
Hablar de jamón ibérico es hablar de cultura, tradición y de una de las joyas gastronómicas más valoradas dentro y fuera de España. No es casualidad que muchos lo consideren un tesoro: cada loncha concentra historia, tiempo de curación y el trabajo de generaciones que han hecho del ibérico un arte. En La Jamonería Extremeña queremos acercarte a este mundo para que disfrutes cada vez más de este producto único.
Cuando se habla de jamón ibérico, lo primero que hay que entender es que no todos los jamones son iguales. Existen varias categorías que dependen de la alimentación del animal y de su pureza de raza. El jamón ibérico de cebo procede de cerdos alimentados con pienso y cereales; el jamón de cebo campo combina pienso con pasto natural; y el más exclusivo, el jamón de bellota 100 % ibérico, proviene de cerdos criados en libertad en la dehesa, alimentados a base de bellota durante la montanera. Cada variedad aporta matices diferentes en sabor, textura y aroma.
Otro aspecto fundamental es la curación. No es lo mismo un jamón con 24 meses de curación que uno con 36 o incluso más. Cuanto mayor es el tiempo de curación, más complejo y profundo resulta su sabor. En nuestra jamonería trabajamos con piezas seleccionadas que han pasado el tiempo justo en bodega, lo que garantiza que cada corte llegue en su punto perfecto.
Y, claro, hablar de jamón es también hablar del arte de cortarlo. El corte a cuchillo no solo es una técnica, es la manera de respetar la pieza y de sacar todo su potencial. Un buen corte permite que cada loncha tenga el grosor adecuado, la proporción justa de grasa y carne, y que se disfrute con todo su aroma. Es un detalle que marca la diferencia, y en La Jamonería Extremeña lo cuidamos porque sabemos que influye en la experiencia final.
A la hora de elegir un buen jamón ibérico, conviene fijarse en la etiqueta oficial, donde se indican la categoría y el porcentaje racial. Además, detalles como el brillo, el olor al acercarlo o el propio veteado de la carne son señales que no engañan. No hace falta ser un experto para apreciar la calidad, pero sí es importante dejarse aconsejar por quienes trabajamos a diario con este producto.
En definitiva, el jamón ibérico es mucho más que un embutido: es historia, cultura y sabor. Y lo mejor es que no hace falta esperar a una ocasión especial para disfrutarlo. En Xàtiva tienes un lugar donde probarlo en su máximo esplendor: La Jamonería Extremeña. Te invitamos a venir, descubrir nuestras variedades y vivir la experiencia de un producto que nunca pasa de moda.

